viernes, 9 de abril de 2010

La mujer, el hijo, y el Cesar.

Ademas de ser, hay que parecer. Ahora... si no sos... por lo menos, parecé.

Con el fuerte desarrollo de los medios de comunicación, la constante exposición a través de redes sociales, donde una imagen vale mas que mil palabras, donde todo tiene formato televisivo (mensaje, llamativo, claro, en poco tiempo y pocas palabras), la espectacularización se hizo cotidiana, tener "estilo" es cosa de mujeres, hombres, y niños
Para hacer prêt-à-porter, primeramente hay que definir a quién se va a vestir, entonces las variables son género, edad, función social, estratificación socioeconómica.
Vemos que grandes diseñadores se inclinan por expandir sus líneas, abarcar todos los integrantes de una familia, la moda ya no es área celosamente de la mujer.

Se presta a la estética una atención diferenciada, el sujeto no quiere estar por fuera del grupo, pero tampoco quiere perder a viva voz la individualidad, busca a través de la moda, pertencer y diferenciarse (no hay oxímoron acá).
Ya no alcanza con ser un sujeto interesante, ahora hay que ser uno entretenido de mirar.

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