jueves, 12 de noviembre de 2009





Yulia Timoshenko se consagró como mujer de negocios y a partir de su creciente capacidad y responsabilidades políticas, su wardrobe se fue haciendo cada vez mas pensado y sofisticado.

Un gran movimiento de imagen política fue el del uso de la corona de trenzas, que remite a las campesinas ucranianas. Favoreció a que los votantes generaran un sentimiento hacia ella, se logró transferencia e identificación.

Se decidió por no siempre respetar "lo esperable" en cuanto a código de vestimenta, se lanzó por vestidos que combinan géneros diversos, colores, y medidas que, a veces, van por arriba de la rodilla, además acostumbra usar tacos altos. En vez de uniformarse, decidió levantar el guante que les tira la moda a todas las mujeres políticas, y decorarlo a su forma, nunca olvidando el impacto de sus outfits que genera en la opinión pública sin restarle seriedad sino agregandole firmeza.
Para las elecciones presidenciales, optó por la reminiscencia a los símbolos revolucionarios: chaquetas de cuero, un sweater que alcanzó la popularidad despuès de que ella lo usara, uno que era naranja y negro con el símbolo de la revolución. Fue durante las elecciones parlamentarias que decidió agregarle a su tradicional corona de tranza, un vestido de mangas bombilla también formantes de la tradición ucraniana.

Reafirmándose así como una de las mujeres políticas que más miradas capturó a través de su manera de vestir, para hacer más publicitados sus decisiones políticas.

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